BRÓCOLI:
AGRICULTURA QUÍMICA vs. AGRICULTURA ORGÁNICA
vs. AGRICULTURA CULTIVE BIOINTENSIVAMENTE®
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Agricultura Química
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Agricultura Orgánica
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Agricultura CULTIVE BIOINTENSIVAMENTEMR |
¿Cuál es la forma más efectiva de cultivar alimentos saludables en suelos pobres y al mismo tiempo mejorar la fertilidad del suelo?
Las siguientes cosechas comparativas se obtuvieron a partir de pruebas con agricultura química, orgánica y con el método CULTIVE BIOINTENSIVAMENTE que se llevaron a cabo en nuestro compacto “Horizonte C” en el primer terreno de Ecology Action en el Parque Industrial de la Universidad de Stanford en Palo Alto, California. Este material formado de piedra despedazada normalmente necesita alrededor de 500 años para convertirse en suelo. La capa superior del suelo y el subsuelo de este terreno, “Horizontes A- y B-”, fueron removidos durante un proceso de construcción previo. Se cultivaron diversos productos en pruebas paralelas; cada prueba funcionaba como “control” para las otras pruebas. La prueba del brócoli que se describe a continuación es un ejemplo típico. Las plantas que se aprecian en la fotografía de arriba son muestras representativas de las plantas de brócoli cultivadas con cada una de estas técnicas. Además, las diferencias relativas en los resultados son representativas de aquéllas que se presentaron con cada uno de los cultivos analizados de esta manera.
Prácticas con Agricultura Química
La planta pasmada de brócoli de la izquierda se cultivó utilizando técnicas de agricultura química: se aflojó el suelo a 18 centímetros de profundidad (7 pulgadas) y se agregaron fertilizantes químicos siguiendo las instrucciones de los productos y 0.056 metros cúbicos (2 pies cúbicos) de materia orgánica convertida en abono sin suelo por cada 10 metros cuadrados (aproximadamente 100 pies cuadrados). Los cultivos se sembraron en hileras aplicando la distancia convencional entre hileras y entre plantas dentro de las hileras. Las cabezas de brócoli fueron aproximadamente ¼ del tamaño de la uña pequeña de un adulto.
Prácticas con Agricultura Orgánica
El brócoli que se muestra en medio se cultivó utilizando técnicas de agricultura orgánica: se aflojó el suelo a aproximadamente 28 centímetros de profundidad (11 pulgadas) y se agregó una cantidad apropiada de fertilizantes orgánicos más 0.226 metros cúbicos (8 pies cúbicos) de materia orgánica convertida en abono sin suelo por cada 10 metros cuadrados (aproximadamente 100 pies cuadrados). Los cultivos se sembraron en hileras aplicando la distancia convencional entre hileras y entre plantas dentro de las hileras. Las cabezas de brócoli fueron de aproximadamente 10.16 centímetros (4 pulgadas) de diámetro y pesaron cerca de 0.11 kilos (4 onzas) cada una.
Prácticas con la Agricultura CULTIVE BIOINTENSIVAMENTE
El brócoli de la derecha se cultivó utilizando las técnicas del método de agricultura CULTIVE BIOINTENSIVAMENTE: se aflojó el suelo a aproximadamente 60 centímetros de profundidad y se agregó la misma cantidad apropiada de fertilizantes orgánicos más aproximadamente 0.25 metros cúbicos (8 pies cúbicos) de materia orgánica convertida en abono sin suelo por cada 10 metros cuadrados (aproximadamente 100 pies cuadrados). Los cultivos se sembraron en camas elevadas de cultivo de 1.8 metros de ancho (6 pies) por 5.7 metros de largo (19 pies) y utilizando el espaciamiento hexagonal estándar del método CULTIVE BIOINTENSIVAMENTE (y no hileras ampliamente espaciadas) de modo que las hojas de las plantas se toquen entre si cuando alcancen la madurez. Las cabezas de brócoli fueron de aproximadamente 25 centímetros (10 pulgadas) de diámetro y pesaron cerca de 0.3 kg (10 onzas) cada una es decir 2.5 veces más grandes que las producidas a través de la agricultura orgánica y 120 veces más grande que las producidas a través de la agricultura química. Además, la producción global del experimento con el método de agricultura CULTIVE BIOINTENSIVAMENTE fue 7.5 veces mayor por unidad de área que la producción con la agricultura orgánica porque se pudieron sembrar 3 veces más plantas por unidad de área gracias al espaciamiento que se usa en la siembra cercana y en las áreas de cultivo con camas elevadas.
Después de esta prueba inicial en 1973-1974 se descubrió que usar más de aproximadamente 0.25 m3 (8 pies cúbicos) de materia orgánica convertida en abono sin suelo por cada 10 metros cuadrados (aproximadamente 100 pies cuadrados) normalmente no es sustentable. Sin embargo, 0.226 metros cúbicos de materia orgánica convertida en abono que incluya 50% de suelo produce resultados que a pesar de ser diferentes son paralelos.
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